Esta época de calabacines es una de mis preferidas, pues me encantan. Así que me dedico a hacer varias recetas con calabacines. Una de mis preferidas es el Pisto, me encanta y además es muy ligero y sabroso. Se que hay muchas formas de hacer el pisto, la mía la verdad es que es bastante sencilla y con un resultado estupendo. Además luego se puede comer solo, usar para acompañar platos de carne, morcilla, huevo, pasta, arroz,... La verdad es que es muy versátil.
- Un calabacín grande
- Una cebolla
- Un pimiento rojo
- Un pimiento verde
- Un tomate grande
- Un ajo
- Sal
- dos cucharadas de aceite de oliva virgen.
- Se cortan las verduras en trocitos.
- Se calienta el aceite de oliva en una cazuela y se añade la cebolla, los pimientos y un poco de sal. Se rehoga a fuego medio un poco y se añade el ajo.
- Cuando el ajo esté más o menos rehogado se añade el calabacín y el tomate que previamente hemos quitado la piel (si se tiene tomate natural envasado, ya sea en fruto o triturado, puedes usarlo también).
- Se tapa la cazuela y se deja hacer a fuego lento hasta que todas las verduras estén blanditas, si se ve que se queda un poco seco se puede añadir un poquito de agua o caldo de verdura. Corregir el punto de sal según los gustos de cada uno.
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